Alberto Aguilar cortó dos orejas y un apéndice Juan Manuel Jiménez y Víctor Barrio.
Alberto Aguilar cuajó una magnífica faena al cuarto toro de la tarde. / P.P.
El cuarto y último festejo de feria, corrida de toros, ofreció una imagen de hermosa contemplación y emotiva sensación de admirar el toro bravo, el toro de lidia en su más excelsa grandeza. Cuajados, con trapío y pitones y levantando el aplauso generalizado al irrumpir en el ruedo. Todos ellos fueron cumplimentados de esa guisa. Luego el juego ofrecido no se correspondió con esa bonita estampa.
Está llevando a cabo una gran temporada cumpliendo en la tarde de ayer su 31 corrida de toros. Cinco lances, chicuelina y revolera para la primera ovación de la tarde. Por el pitón derecho y a media altura sin obligar al soso y noble cornúpeta, muletazos de estimado valor técnico. Valiente el torero aceptó el reto del astado por el pitón izquierdo, pero pronto se decepcionó y pasó al otro pitón. Algunos alardes artísticos para faena voluntariosa que le valió una oreja. Con el excelente cuarto de la tarde, lances sin mucha convinción. Seis templados muletazos con calidad y gusto. Suena el pasodoble "Puerta Grande" dedicado a este cronista por la magnífica banda "Cuba Libre". Más toreo de gusto y porfía mostrando quietud y corriendo la mano con pulso firme. Naturales que fluyen espontáneos y más toreo acompañado con la flámula en el recorrido tangible del morlaco. Ortodoxo y vorágine al mismo tiempo, Aguilar se ajustó a los más exigentes cánones para firmar una faena de momentos cumbres con la anuencia del respetable. Se le otorgó otra oreja.
Repetía en
Riaza
de manera meritoria al triunfar el pasado año dejando una muy grata impresión. En el presente ni sus toros ni su bagaje alcanzaron el nivel deseado. Magníficas verónicas con media belmontina entre un clamor popular.
Irregular la embestida del astado que no permite grandes heroicidades al torero. Muletazos sueltos por uno y otro pitón. Voluntarioso intenta ligar pases en redondo con escaso logro artístico.
Naturales bien iniciados pero sin continuidad. Faena de entrega y loables deseos sin mayores alardes. Cortó una oreja.
Con el quinto toro de la tarde, buenos lances entre olés. Toreo con carencias y con voluntad de lucimiento del torero. Difícil conseguir ligar tres muletazos seguidos y además con cierto riesgo de cogida. Hubo fases en que gustó el manejo de la flámula por insistente planteamiento y con unos cuantos muletazos de alto valor estético. Mató mal siendo silenciada su labor.
Tercera corrida de toros segoviana para el paisano
Victor Barrio
que aceptó el reto de aplicar un toreo de variados conceptos en actitudes muy de alto valor estético y manejando las telas con gusto y variedad. Excelente el toreo a la verónica y ya con la muleta, pases quieta la planta y dando la distancia precisa a un toro flojo y de corto recorrido. Nulo por el pitón izquierdo.
Mide, templa y se pasa cercano al burel en muletazos muy bien concebidos y mejor trazados. El toro además de flojo, bajo de raza. Cortó una oreja. Con el que cerraba, buen toreo de capa entre olés, quizás lo más torero de la tarde. Buen quite por delantales.
Brinda a la empresaria taurina Puri Linares. Doblones y de lejos cita al antagonista de turno que se arranca y toma la muleta con cierta codicia al principio y sosería a partir de la media faena. Hubo dos naturales con pectoral de clase especial, de enorme torería por planta torera y templanza dando la imagen perfecta. Otra tanda aceptable y la espada le privó de la puerta grande.
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